Esta vez la entrada es dulce, se trata de un postre basado en el mousse de Mascarpone. En esta ocasión, yo lo he hecho acompañado con naranja, pero admite muchas más opciones, como kiwi, mango, ciruela, etc.
MOUSSE DE MASCARPONE A LA NARANJA
Ingredientes (para 4 personas):
Para el mousse:
- 250 grs. de queso mascarpone
- 3 huevos
- 3 cucharadas de azúcar
Separa las yemas y las claras. Mezcla bien las yemas con el azúcar e incorpora el queso Mascarpone. Bate las claras a punto de nieve y mezcla con cuidado a lo anterior.
- 4 cucharadas de azúcar
- 1 cucharada de agua
- 1 chorro de licor de naranja
Pon el azúcar y el agua a cocer. Cuando el azúcar esté espumoso, añade el licor y deja que se tueste. Aparta del fuego.
Echa un poquito del caramelo en el fondo de cada copa. Después forma adornos de caramelo con la forma que te guste, utilizando cortapastas, sobre papel de aluminio o de horno. Ponlos a enfriar.
Vierte el mousse en las copas encima del fondo de caramelo de naranja.
Para el azúcar de naranja
- 4 cucharadas de azúcar
- 1 chorrito de licor de naranja
- ralladura de naranja
Mezcla bien los ingredientes y adorna las copas con ella.
Bon appétit!
M.G. cocinando para Entre ollas anda el fuego
2 comentarios:
Estimadísimas Damas de la cazuela y del Refrito, Grandes Señoras del Estofado y de la Cocción lenta, ángeles consagrados al mágico sortilegio de barajar alimentos y condimentos para delicia de los sentidos; de los ojos, de aquellos que lo ven, y del olfato, de aquellos que imaginan el plato envuelto en el aroma elevado, o incluso del tacto melifluo en el paladar de los visionarios y de los afortunados de sentarse ante su mesa.
El Pecador ha podido leer en algunos de los comentarios a sus post, que en esta Semana Santa se están dedicando al virtuoso pasatiempo del ilustre cervecismo en las calles de la ciudad de La Coruña, a la probidad gloriosa de entreverar entre caña y caña un bocado de aquel otro arte que es la cocina en miniatura y que la Historia gastronómica de nuestro país ya le llamó “tapa” en los tiempos antiguos, cuando se decía que una rebanada de pan, acompañada de una loncha de embutido o de buen jamón o de queso, podrían servir de tapadera al vaso para evitar el siempre molesto naufragio de un mosquito en el mar improvisado dentro de un vaso, bien de vino, bien de la rubia cerveza. Entre tapa y tapa, espera El Pecador (el que recrea en su mente con insolente ansia sus magníficas recetas), que no olviden alimentar a sus comensales, a los virtuales y a los de carne y hueso, porque no hay mejor manera de santificar una semana que con la celebración diaria del entusiasta apetito ante los manjares desplegados en una mesa donde los comensales no son otros que los seres queridos.
Días de asueto y cervecismo, de caminar con los recuerdos, ávidos de vivacidad, por las calles empedradas de La Coruña, pero también del recreo en la cocina, de guisar sabiendo que La Gloria puede resumirse en un post y traerla suculenta a la imaginación con una imagen que glose su buen hacer.
Lo dicho: ¡A cocinar! Y que si aparece otra hermana más (SG), que se atreva a embutirse en el delantal y a calentar sus manos con la calidez de los fogones.
Eah, El Pecador ha dicho y les guarda un lugar privilegiado en sus oraciones.
Salud.
Hola.
Venía a avisarte de que en un blog te han copiado no sólo la receta, sino también la foto:
http://cocinillasmamen.blogspot.com.es/2012/03/mousse-de-mascarpone-la-naranja.html
Un saludo.
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