Hoy M.G. me ha encomendado la tarea de realizar la tarta tatín de Julia Child.
Esta tarta es un clásico de la cocina francesa que se inventaron, por error, las hermanas Stephanie y Caroline Tatin en 1898 al hacerla en su hotel en el Valle del Loire. Querían hacer la clásica tarta de manzana pero se equivocaron y la hicieron al revés, colocaron primero las manzanas y luego la masa, pero este error fué un acierto ya que la tarta tuvo mucho éxito porque al estar las manzanas pegadas al mode se caramelizan y a la vez están jugosas, porque la masa hace de tapa y hace que se cuezan con la mantequilla y el azúcar.
RIQUÍSIMA y muy fácil de hacer, así que ánimo, os quiero ver con las manos en la masa.
(Hay gente que la hace con hojaldre comprado, pero Julia Child dice que la verdadera es con la masa brisé dulce, así que yo, como siempre, seguí al pie de la letra las indicaciones de la Maestra)
¡Espero que os guste!
Bon appétit!
E.G. para Entre ollas anda el Fuego
3 comentarios:
Ayer probé la tarta templada acompañada de una suave crema pastelera …….deliciosa.
Hoy la desayuné fría………….deliciosa.
Conclusión la Tarta Tatin caliente o fría está siempre riquísima.
Como ya ha comentado EG, la tradición dice que la invención de la tarta fue fruto del azar, a mi me gusta pensar que no.
El siglo XIX está considerado el siglo de oro de la cocina francesa, en el encontramos a chefs cuya influencia continua en pleno siglo XXI como por ejemplo Brillant Savarin, Antonin Carême ó Auguste Escoffier autor de los famosos Tournedos Rossini que el otro día interpretó tan magistralmente EG. A finales de este siglo gracias al pujante auge de la clase media, la cocina de estos chefs que en un principio estaba reservada a las mesas de reyes y príncipes, comienza a practicarse en restaurantes y hoteles. De hecho la época de máxima creatividad de Escoffier surge a raíz de su colaboración con Cesar Ritz el fundador de la famosa cadena hotelera sinónimo de lujo, exquisitez y elegancia.
Me gusta imaginar a Stéphnie y Carolina en su cocina del Hotel Tatin en Lamtte Beuvron. A través de los ventanales se ve una pequeña huerta donde cultivan con cariño y esmero las hortalizas y hierbas aromáticas con que acompañan sus platos, verdes frutales se extienden hasta un cantarín riachuelo que circunda la finca. Las hermanas, con las manos llenas harina amasan entre risas la pasta brissé del nuevo postre con que van a sorprender a sus burgueses huéspedes, en el alfeizar un cesto con manzanas cubiertas aún por el rocío del alba, sin saberlo están entrando en la historia.
riquisima esa tarta,me encanta hacerla y tambien comerla
un saludo
Muchas gracias Isa por animarte a comentar en nuestro blog, nos encanta.
Muchos Bss
E.G.
Publicar un comentario